jueves, 27 de diciembre de 2012

La Abfracción Dental es un Problema Oclusal


Se denomina abfracción a la "lesión en forma de cuña en el LAC (limite amelocementario) causada por fuerzas oclusales excéntricas que llevan a la flexión dental". 


El componente lateral o excéntrico en sentido vestíbulo-lingual de las fuerzas oclusales que aparecen durante la parafunción provoca un arqueamiento de la corona dentaria que toma como fulcrum la región cervical. Estas fuerzas parafuncionales se concentran en el limite amelocemenatario, siendo estas las que flexionan al diente creando tensiones a nivel del tercio gingival de los dientes.

Con esta deformación que sufre el diente, comienza la perdida de estructura dentaria donde se concentró la tensión.
El resultado sería la ruptura del esmalte cervical donde es más delgado, seguido del desprendimiento de las varillas adamantinas. 


La presencia de abfracciones tiene un valor diagnostico por representar un signo de disturbio oclusal.


El desgaste del bruxismo transforma las inclinaciones cuspideas en superficies planas, dirigiendo las fuerzas en sentido axial y minimizando la flexión dentaria. Las fuerzas paralelas al eje mayor del diente y que incidan fuera del tejido de sustentación del mismo serán lesivas y producirán flexión. Los dientes con movilidad no desarrollaron este tipo de lesiones ya que la propia movilidad disipa la fuerza del stress oclusal.

El bruxismo puede generar movilidad dentaria o desgaste. Por lo tanto si se está en presencia de un paciente bruxómano, si el diente se mueve o el diente esta desgastado (atricionado), la abfraccion estará muy atenuada o no estará presente. 



La abfracción clínicamente tiene una forma de cuña profunda con estrías y grietas, con ángulos ásperos, márgenes definidos, pudiendo presentarse en múltiples superficies en una pieza y rara vez llegan a ser circunferencial.

Es frecuente observar abfracciones vecinas a encías totalmente sanas.

Una característica clínica que puede acompañar a la abfraccion es la recesión del margen gingival


Es frecuente recibir en la consulta pacientes con una técnica de cepillado desmejorada producto de que su odontólogo le ha informado que las lesiones del tercio gingival de sus dientes se deben a un cepillado muy fuerte o a una "mala técnica de cepillado". Lo que realmente sucede es que la técnica de cepillado muy poco o nada tiene que ver con estas lesiones que tienen su origen en contactos oclusales prematuros o incorrectos y estos deben ser eliminados para que las fuerzas dañinas para el tercio gingival no sigan modificando la estructura molecular del esmalte, de la dentina y del cemento creando estas descalcificaciones. El tratamiento restaurador solo entonces puede realizarse sin temor a que las lesiones sigan avanzando. 

Si las cargas oclusales dañinas continúan pueden llevar a la fractura de la corona del diente, especialmente a nivel del cuello estrecho que tienen los premolares. 

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