Antimicrobianos en Odontología

Uno de los grandes avances de la humanidad el siglo pasado fue el poder controlar enfermedades que acabaron con millones de vidas durante la historia del hombre. La expectativa de vida del ser humano se elevó enormemente a partir de la primera mitad del siglo pasado en parte debido al advenimiento de un grupo de medicamentos que lograban curar enfermedades que apenas 100 años atrás acababan con gran cantidad de vidas humanas: enfermedades venéreas, amigdalitis, abscesos dentoalveolares, faringitis tal vez no significan peligro de muerte para la mayoría de nosotros, pero para una persona del siglo IXX representaban verdaderos asesinos que eran muy difíciles de curar. Sin embargo a partir de la década de los 30´ un grupo notable de medicamentos nos permitieron controlar estas enfermedades y avanzar a una nueva era en la medicina: Los antimicrobianos
Lamentablemente este avance obtenido ha comenzado a retroceder: LA RESISTENCIA BACTERIANA a los antibióticos esta logrando que enfermedades que hasta hace unos pocos años lográbamos controlar comiencen a cobrar vidas nuevamente. Del mismo modo la poca producción de antimicrobianos han hecho que estemos perdiendo la batalla contra los microorganismos patógenos (del 2003 al 2007 sólo se aprobaron 5 nuevos antimicrobianos para su uso en USA).
Cientos de pacientes están muriendo en nuestras clínicas y hospitales por enfermedades producidas por cepas de microorganismos resistentes a todos los antibióticos disponibles en el mercado.
El consultorio Odontológico es un escenario frecuente de lucha en contra de las enfermedades infecciosas y por lo tanto es un lugar donde se medican muchos antimicrobianos para evitar que la consulta odontológica se convierta en un lugar para esparcir cepas de microorganismos resistentes es importante seguir los siguientes consejos:

1. No te automediques: administrar un antibiótico con posología incorrecta empeora el problema, déjalo en manos de profesionales.
2. Pregunta a tu odontólogo si la infección que padeces puede ser curada por otros medios que no impliquen medicación sistémica con antibióticos: existen en odontología una gran cantidad de procedimientos clínicos de emergencia y sustancias antisépticas de uso local que pueden solucionar procesos infecciosos localizados y sin compromiso sistémico. El mejor antibiótico es el que no se utiliza.
3. Exige a tu odontólogo medidas de bioseguridad: uso de guantes, gorro, tapabocas, lentes, eyector desechable, etc. que impidan la diseminación de cepas resistentes.
4. Evita tomar el mismo antibiótico al menos en tres meses: se ha comprobado que después de 90 días sin exposición al fármaco las cepas resistentes vuelven a ser susceptibles.
5. Siempre que sea posible exige a tu odontólogo el uso de un solo antimicrobiano (monoterapia)

Ante cualquier duda consultanos por esta vía acerca del grave problema de la resistencia bacteriana. Que los Odontólogos seamos parte de la solución y no del problema!!!!!